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Ya sea ahorrar para tu jubilación, para la compra de una casa o para el viaje de tus sueños, el dinero que has decidido ahorrar o invertir, está destinado para una meta específica. Por lo tanto, la cuenta donde depositas los fondos debe ser una cuenta separada. Tómate el tiempo de hacer un estudio sobre el tipo de cuenta que va a pagarte el interés más alto y va a proporcionarte el mejor rendimiento. También necesitas informarte sobre las limitaciones en caso de que tengas necesidad de retirar parte del dinero prematuramente. Asegúrate de que estos no son fondos que vas a necesitar en un futuro cercano.
Si tu lugar de empleo ofrece un plan de jubilación 401k o en el caso de instituciones educativas o sin fines de lucro, un plan 403b, debes considerar tu participación, sobre todo si la empresa iguala las aportaciones hasta cierto porcentaje. Ahí ya estás ganando desde el principio. Estos planes permiten que el dinero que has depositado crezca a través del tiempo sin impuestos. Además, como vas a poder comprar acciones, fondos mutuos y otros fondos cotizados en la bolsa de valores, el nivel de rendimiento a largo plazo tiende a ser más alto que en una cuenta de ahorro por ejemplo.

Si tu empresa no ofrece un plan, o eres trabajador independiente, puedes abrir una cuenta IRA que funciona de forma similar. La fecha que ha designado el gobierno de Estados Unidos para poder extraer tu dinero de casi todas las pensiones sin penalidades gubernamentales, incluyendo tu IRA, es la de 59 años y medio. Calcula el número de años que tienes antes de que esté disponible y lo quieras usar para ayudarte a elegir la cuenta de ahorros o inversión que se preste a tu situación.
 
Recuerda que lo que se aplica a una persona de 50 años es diferente a lo que tal vez le convendría a un joven de 35. Tu perfecta inversión se basará en el tiempo que le  puedas dar a tu cuenta para que crezca antes de usarlo, tu tolerancia hacia el riesgo y el monto que tengas para abrirla.
Para las metas que tienes proyectadas a corto plazo, vas a necesitar una cuenta que te permita ganar el mejor interés posible y que te brinde flexibilidad, conveniencia y costos razonables dentro del período de tiempo que te has trazado. Antes de abrir una nueva cuenta, investiga y compara los términos, condiciones y servicios ofrecidos.

Cuenta de cheque: Provee cómodo acceso a tus fondos y facilidad a la hora de pagar tus gastos diarios. Puedes conectarla a una tarjeta de débito o crédito para más conveniencia. Estas cuentas por lo general no pagan interés.

Cuenta de ahorro: Las cuentas de ahorro acumulan interés sobre la cantidad de dinero que has depositado. La tasa de interés así como los términos varían según la institución. Por eso es muy importante que compares. La buena noticia es que puedes hacer tu investigación y comparación fácilmente en línea.

Cuenta de mercado monetario: Estas cuentas pagan un interés un poco más alto que las cuentas de ahorro tradicionales pero generalmente requieren que mantengas un saldo más alto.

Certificado de depósito (CD): Esta opción tiende a pagar una tasa de interés más alta que las cuentas de ahorro tradicionales pero requiere que los fondos queden inmovilizados por un período determinado - que puede ser de varios meses a varios años. De nuevo, si te inclinas a esta opción, asegúrate que no vas a necesitar acceder ese dinero por el período estipulado porque extraer los fondos antes de la expiración del CD, va a resultar en penalidades financieras.
La bolsa de valores ofrece el potencial de mayores ganancias y más diversificación para tu dinero. Te permite invertir en acciones, bonos, opciones, ETFs y otros productos financieros. Es un mundo lleno de posibilidades que está abierto a cualquier persona, con cualquier presupuesto y cualquier estatus social o migratorio. Pero eso sí, si vas a abrir tu propia cuenta, es importante que te informes, que te eduques sobre el funcionamiento de la bolsa y que  aprendas cómo es posible crecer tu dinero sin perder el sueño por la noche. Para eso debes decidir cuánto dinero tienes para invertir y cuánto tiempo para dejarlo crecer. Sobre todo es importante que entiendas que tu temperamento, tu tolerancia al riesgo y tu reacción a las subidas y bajadas, son una parte esencial de tu estilo de inversor. 

Para abrir una cuenta bursátil si vives en los Estados Unidos necesitas un número social o un número ITIN. Si vives fuera de los Estados Unidos, necesitas un pasaporte de tu país. Puedes abrir la cuenta con un corredor o broker ya sea por computadora, teléfono o correo regular.

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